como quien dice
“pasaron cosas";
pasó
una cita en la que todo el mundo estaba durmiendo
y dos flacos nos acariciábamos en el parque independencia,
nos acariciábamos es suficiente;
pasó
una cita en la que un loko de la guerra me molía a palos
decía ¿te gusta así? yo reía por supuesto que sí
pero andá a dormir a tu casa, no te quedes, tumbados
en la cama / cada instante haciéndose lejano
explotará de belleza;
pasó
la abuela naciendo en una época donde nacer
tenía una dosis más importante de misterio
una beba querida entre hombres hermanos,
quién diría en su vejez: un coronel
poco angustiado de meter saña;
pasó
mamá naciendo de ella, el llanto de un bebé en
mil novecientos sesenta y nueve mientras
el hombre pisaba la luna, era clave que iba a quedar
marcada alguna característica
y le salió una hija regida por la luna, cáncer el signo
zodiacal de la paciencia;
pasó
una noche de invierno a los dieciocho ya totalmente
nacida/legal, que los amigos esperaron en casa
para buscar sus motos y yo no llegaba más
llegué de día llorando conté lo que pude
dijeron lo cagamos a trompadas, pero se fueron
y quedé sola con la vergüenza
de cada uno de los nacimientos anteriores.